lunes, 6 de julio de 2009

LOS PADRES CUENTAN . . .

Esta sección está abierta para que narres las experiencia de convivencia de tu familia con tu hijo especial. Será un aprendizaje para compartir. . .

1 comentario:

Caifane dijo...

Mi hija es una niña especial

Aun recuerdo el día en que la psicóloga me dijo, su hija tiene retraso mental, creo que ninguna madre esta preparada para recibir una noticia como esta. Pero el día a día nos enseña que nuestros hijos no están exentos de sufrir de cualquiera de las condiciones que pudieran catalogarlo como niño o niña especial. Lo más importante es que aprendamos de todos y cada uno de los casos en particular, para hacer de estos niños y niñas personas completamente adaptadas a nuestra sociedad.

A los tres años de edad llevé por primera vez a mi hija a consulta con una terapista de lenguaje ya que su lenguaje era la única particularidad que me indicaba algún problema en su desarrollo. Pero al pasar dos años y estar en etapa escolar (1er grado) observaba la poca comprensión de ciertos aspectos de la enseñanza y la conducta solitaria y dependiente que en muchas ocasiones ella solía tener. Esto me motivó a visitar a una psicóloga, la cual una vez realizadas las pruebas necesarias me indicó la situación de mi niña.

Fallas … algunas como por ejemplo la falta de estimulaciónm temprana y el no estar en un colegio y con un docente apropiado. Mi hija pasó su primer grado con muchas dificultades, ya en el segundo grado los problemas se acentuaron más, sobre todo por no contar con un docente adecuado. En mi caso, no oculté la situación de mi hija al colegio, pero ¿que obtuve?, mi hija dejo de copiar las clases e incluso pasó una semana sin copiar y hacer la tarea, por lo que me dirigí al colegio y encontré que ahora mi hija estaba sentada de última en la fila de su salón, cuando antes estaba al lado del docente, y la docente de la tarde no se permitía ni siquiera decirle a la niña cual era la tarea del día para que en su horario de la tarde pudiera hacerla… ¿cómo lo resolví?- cambie a mi hija de colegio y gracias a Dios el cambio resultó gratificante, no para mí sino para ella que es lo más importante. Por otro lado he puesto más énfasis en sus terapias de lenguaje y la inscribí en CAIFANE un centro de atención personalizada. Estas tres cosas han permitido que hoy mi hija sea más activa, más desenvuelta e incluso haya concluido su segundo grado mejorando “del cielo a la tierra”.

Lo importante es que nosotros como padres responsables, le garanticemos a nuestros hijos los medios necesarios para salir adelante, la condición especial sigue, pero en mi caso hubiese preferido tener esta confirmación en etapas más tempranas de su edad, no a los siete años, lo cual me hubiese permitido aportarle a ella los medios necesarios para un mejor desarrollo de su personalidad.