viernes, 24 de septiembre de 2010

El sueño de niños con autismo

Por: Dr. Fructuoso Ayala Guerrero (HYPATIA)
 
Fuente: http://isis.zm.nu/el-sueno-de-ninos-con-autismo-vt9627.html




El sueño desempeña un papel fundamental en el organismo, involucrando tanto a la mente como al cuerpo. Cuando éste, es alterado por diversos factores se presenta una sensación de malestar generalizado.

Este fenómeno biológicamente importante, se encuentra organizado de manera compleja, donde es evidente la presencia de etapas que se alternan cíclicamente en el transcurso de la noche. Por medio de sensores, se puede obtener la actividad cerebral, la cual oscila en frecuencia y amplitud, permitiendo identificar una fase de sueño lento, la cual se subdivide en 4 etapas de profundidad creciente las cuales alternan con la fase de sueño de movimientos oculares rápidos (MOR) durante la cual se presenta esa sorprendente actividad mental calificada como ensoñaciones.

Esta organización extremadamente compleja del sueño, puede ser alterada por diversos factores, tanto internos como medioambientales, llegando a producirse alteraciones patológicas. Estas alteraciones han llamado la atención de neurocientíficos, los cuales han identificado más de 80 trastornos que han dado origen ha una clasificación reconocida internacionalmente.

Una serie de trastornos del sueño surgen de alteraciones cerebrales originadas por diversos factores, entre los que resaltan daños neurológicos localizados en áreas específicas del cerebro porque son producto de un desarrollo cerebral anormal.

Por otra parte, el Autismo resulta de una patología cerebral todavía no identificada con precisión que afecta a niños desde el nacimiento o bien que se desarrolla durante los primeros meses de vida. Es originado por un retraso y una desviación de la secuencia normal del desarrollo, afectando principalmente tres áreas del comportamiento: las relaciones sociales, la capacidad de la comunicación conductual o fonética y sus intereses particulares.

Este patrón que caracteriza al Autismo se hace evidente cuando los problemas se presentan en todas las áreas del desarrollo y en un nivel más marcado que las variaciones observadas en los niños normales. Se hace evidente que las relaciones sociales, la capacidad de comunicación y sus actividades en general no maduran, como era de esperase a medida que el recién nacido se desarrolla.

Cuando los problemas ocurren en todas estas esferas del desarrollo y en un nivel más profundo que las variaciones normales esperadas en niños normales, el patrón característico del Autismo se hace evidente.

Los factores que originan el Autismo permanecen desconocidos, sin embargo, la explicación más probable se relaciona con daño cerebral localizado en algunas zonas nerviosas determinadas, relacionadas con las funciones cerebrales superiores que las técnicas de análisis cerebral actuales, no permiten todavía poner en evidencia, debido que alguna de las alteraciones se pueden presentar a nivel molecular.

Entre otros factores que han sido relacionados con el autismo se encuentran las alteraciones genéticas, los desórdenes metabólicos, los agentes virales, la anoxia perinatal que en palabras simples, es un problema de oxigenación del feto mismo que se presenta durante el parto y puede dar origen a daño cerebral, por mencionar algunos.

Estos factores pueden dar como resultado otras minusvalías, lo que explicaría que los niños con Autismo a menudo tengan incapacidades adicionales con el aprendizaje y que en otros se han encontrado condiciones médicas tales como síndrome de fragilidad X, una de las enfermedades genéticas más comunes en los humanos, esclerosis tuberosa y neurofibromatosis. De cualquier forma, esto no aclara cómo hay niños diagnosticados con Autismo en cuyos casos no hay causas aparentes, en parte debido a que los daños neurológicos particulares necesarios para el Autismo no han sido identificados.

En relación con los problemas provocados por el autismo específicamente en el sueño, actualmente existe relativamente poca información. Sin embargo, se ha descrito de manera general, que el sueño en los niños que padecen de autismo se presenta fragmentado, presentándose frecuentes despertares en el transcurso de la noche, o bien se reduce de manera significativa la cantidad de sueño nocturno. Además, la actividad eléctrica cerebral presenta ondas consideradas por los especialistas como anormales.

Dado que los patrones de sueño maduran con la edad a medida que se desarrolla el cerebro, los niños que padecen Autismo presentan un patrón de sueño calificado como inmaduro, es decir retrasado en su desarrollo. Esto pudiera explicar en parte, las alteraciones cognoscitivas que se presentan en estos pacientes, hecho que conduce a reflexionar en la posibilidad de que sean los patrones de sueño anormales los responsables de algunos síntomas que caracterizan al Autismo, relacionados específicamente con las funciones cerebrales superiores. La dificultad para dormirse y el despertar nocturno constituyen las alteraciones del sueño más frecuentes.

Los niños con Autismo a menudo manifiestan una característica necesidad por la rutina y la estructura. Su resistencia al cambio puede entorpecer el tratamiento por eso las conductas inapropiadas deben ser reducidas, a la vez que hay que introducir comportamientos más apropiados. Las alteraciones del sueño en niños autistas son frecuentes y pueden clasificarse en: inmadurez, disfuncionalidad y paroxismos epileptiformes (actividad eléctrica cerebral anormal semejante a la que se presenta durante una descarga epiléptica). La monitorización polisomnográfica del sueño es una herramienta muy útil en el estudio de estos síndromes autistas, en su diferenciación, clínica, evolución y pronóstico, más que el empleo de otros instrumentos no gráficos.

Investigaciones en proceso, podrán responder en el futuro numerosas dudas que persisten en relación con el Autismo
La diferencia como valor social.

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