jueves, 30 de diciembre de 2010

BUSCANDO ALTERNATIVAS DE CASTIGO MAS EFICACES



La tarea de ser padres nos obliga a tomar las medidas más efectivas frente a la conducta de nuestros hijos. Algunos padres deciden que lo más apropiado frente a la desobediencia o las conductas inadecuadas es poner las reglas en claro y establecer un sistema de castigos para los niños, esto es quitarle algo que le guste, dejarlo sin ver televisión, no dejarlo salir el fin de semana, en fin todo dependerá de la selección y decisión de los padres.

Para otros, estos recursos no son suficientes y recurren al castigo físico como medida disciplinaria, en relación a ello, se sabe de las consecuencias negativas que tiene los golpes sobre los niños, dejan huellas imborrables y nunca se olvidan. Por ello muchos defienden “las nalgadas” como una alternativa por ser menos intensa y menos “traumática” que otros tipos de castigo físico.

Consecuencias del castigo físico Como se sabe, el castigo físico (bofetadas, golpes, patadas, etc.) y el psicológico (amenazas, descalificaciones, insultos, menosprecios) reducen la autoestima del niño, fomentan la conducta agresiva y los problemas en el rendimiento escolar. En un principio, el castigo físico puede resultar efectivo, pero en general trae más consecuencias negativas. Veamos las razones:
  1. El niño no suprime el comportamiento porque en realidad es inadecuado, sino únicamente por temor al castigo físico.
  2. El niño no asociará el castigo físico con la conducta, sino con la persona que castiga, generará aversión, rencor hacia esta persona.
  3. Si se utiliza el castigo físico frecuentemente y como la única forma de corrección, generará que el niño ya no lo sienta más como un castigo y perderá su eficacia.
  4. Producirá por un lado, baja autoestima, ansiedad, tensión y por otro lado, problemas en el rendimiento escolar y conductas agresivas, sin darse cuenta, los padres estarán enseñando a sus hijos que todo se resuelve a golpes y es muy probable que sigan este patrón de conducta con sus amigos y con sus futuras familias.
Se han realizado investigaciones explorando la historia familiar en delincuentes y violadores, los resultados indican que había algo en común entre ellos, de niños fueron maltratados psicológica y físicamente.

Padres que maltratan: Historia de niños maltratados

El castigo físico ha sido utilizado durante muchos años, pero actualmente poseemos de información especializada y sabemos de las consecuencias puede tener un golpe en la vida de los niños. La mayoría de personas que golpea lleva una historia de maltratos que se refleja luego en su vida familiar y que se convierte en una cadena de violencia que parece nunca acabar. Sin darse cuenta los padres pueden cometer errores irreparables, daños físicos y psicológicos en los niños y sentimientos de culpa, pongamos fin a esto, brindemos buenos ejemplos, hablemos más con nuestros hijos, busquemos otras estrategia de disciplina más eficaces y duraderas, sobre todo pensemos que los niños son personas y como tal merecen respeto y amor, tenemos el derecho y el deber de educarlos pero no son propiedad nuestra, nadie merece ser golpeado y menos un niño por ser pequeño, frágil e indefenso. Ser padres no nos da derecho a someterlos a maltratos. Para algunas personas que han sido victimas de violencia, esto puede resultar difícil y se entiende, pues han sido niños maltratados que aprendieron que ésta es la única manera de vivir y sentir que existen, en estos casos la ayuda de un especialista o terapeuta será necesaria y la voluntad de cambio por parte de los padres, imprescindible.

Las nalgadas ¿perjudiciales?

Algunos especialistas consideran a las nalgadas como castigos físicos no perjudiciales (Academia estadounidense de Pediatría), pues no se ha probado su efectividad o efectos importantes a largo plazo en los niños. Lo que si es cierto es que es muy probable que la persona que castiga se deje llevar por los impulsos y en una reacción de cólera puede dar más de una nalgada y generar una cadena de violencia. Por otro lado, los especialistas afirman que el castigo físico, incluido las nalgadas, pueden ser riesgo de violencia sexual. Los niños que han sido golpeados consideran que las partes de su cuerpo están sujetas a la voluntad de los adultos. Los abusadores sexuales detectan fácilmente a sus víctimas, principalmente a aquellos niños a quienes se les ha enseñado que los adultos tienen el derecho de causarles dolor y a obedecer sin cuestionar.

Buscando alternativas de castigo más eficaces

Ante los riesgos y efectos del castigo físico en los niños, lo mejor será utilizar otras alternativas de control de conducta más eficaces y apropiadas. Los padres podrán decidir cómo controlar una conducta que ya escapó de los límites que se tienen.
  1. Lo primero, será comprender que el niño es capaz de aprender todo lo que se les explique; decirles que hay cosas que no se deben hacer por el peligro y el daño que puede causar en ellos.
  2. Establecer en familia los castigos que existirán, para ello los padres deberán conocer bien a sus hijos, saber que es lo que más le gusta hacer o cuál es su juguete preferido.
  3. Como alternativa de castigo, puede prohibirle algo que le guste al niño, claro que previamente se le debe advertir los castigos que tendrán sus conductas inadecuadas. Puede quitarle privilegios como ver televisión, salir de paseo el fin de semana, participar de eventos deportivos con sus amigos, en fin, todo dependerá de la decisión de los padres y de los intereses del niño.
  4. Si el niño desencadena un berrinche, lo más recomendable es llevarlo por uno o dos minutos a un ambiente neutro, donde no hayan juguetes o cosas que le gusten, hasta que se calme.
  5. Ante las conductas adecuadas, no olvide felicitar, abrazar al niño por lo bien que se porta, si por ejemplo, realizó un berrinche y luego se calma, es momento de darle atención y decirle que estando tranquilo se le escuchará y atenderá, felicítelo para que se de cuenta cuál es la conducta adecuada.
Evite castigar al niño con golpes, no le cause daños que pueden ser irreparables. No siempre la mejor educación es la que hemos recibido, hagamos una reflexión de ello y pensemos que existen otras estrategias para mejorar la disciplina en nuestros hijos, procuremos que se sientan queridos y si usted observa que las conductas que hace su niño escapan de sus límites y de su control, no se deje llevar por sus emociones, probablemente exista un problema de fondo. Consulte con un especialista, será lo mejor para el niño y para su familia.

Fuente: http://www.cosasdelainfancia.com/biblioteca-compor04.htm
La diferencia como valor social.

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